Bodega: Marqués de Murrieta           

Región: D.O.C. Rioja

Año:  2019                                               

Botella: 75cl.

Uvas:  86% Tempranillo, 8% Mazuelo, 2% Garnacha y 4% Graciano.

Tipo:  Tinto Reserva

Alcohol:  14.5% Vol

Temperatura de consumo: 16º - 18º. 

Uno de los vinos más reconocibles de la bodega, el buque insignia de Marques de Murrieta, elegante y sólido, representado a la perfección los ideales de la bodega.

Elaboración:  

Uvas procedentes de viñedos propios situados en la zona más elevada de la Finca Ygay de 300 ha. y situada a una altitud de 500 m sobre el nivel del mar.

Vendimia manual, los racimos se despalillan y estrujan suavemente.

Fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada de 25ºC durante 8–11 días, con remontados y bazuqueos diarios.

Crianza de 21 meses en barricas de roble americano de 225 litros de los cuales al menos 8 fueron en barricas nuevas, seguido como mínimo de 12 meses reposo en botella antes de salir al mercado.

Notas de cata:

En nariz sobresalen los tonos de cuero, vainilla y especias junto con notas de frutas negras maduras y balsámicas. Complejo y redondo, muy sabroso con agradables sensaciones frutales y notas balsámicas, textura aterciopelada, roble cremoso, taninos maduros y final largo y expresivo.

Notas: Se recomienda decantar 20 minutos antes de servir. Para beber ahora y hasta 2033.

LA BODEGA

Marqués de Murrieta, fundada en 1852, es una empresa familiar que entiende este proyecto como un concepto de vida, donde la relación entre vinos y la familia resulta casi imposible de separar. Una bodega de más de 150 años que ha logrado adaptarse a los tiempos modernos, manteniendo al mismo tiempo la identidad de la bodega en un perfecto equilibrio en la mezcla de innovación y el respeto por la tradición, que se transmite y refleja en todos los vinos que elaboran.

Marqués de Murrieta posee casi 300 hectáreas de viñedo propio situado en la parte más al sur de La Rioja Alta. La extensión de la Finca Ygay los sitúa como una de las pocas bodegas española que produce su propia materia prima, de esta manera les permite controlar la uva a lo largo de todo su ciclo vegetativo.